Cuando iniciamos una relación laboral, nos es extraño que, en algunas ocasiones esta inicie con diferencias.
Aquí te damos 5 recomendaciones que te pueden ayudar a mejorar la situación:
- Lo único que puedes controlar, es la forma en como reaccionas a determinada situación, por ende, es importante evaluarte y saber si el origen de esa mala relación es tu actitud y respuesta frente a la misma. Recuerda que siempre aprendemos de los demás y es tu decisión sacar ese potencial de la relación con el otro.
- Es sustancial pensar y entender el punto de vista de ese compañero (a), saber porque se comporta de determinada forma, que necesita de ti, cuáles son sus gustos, sus proyectos, etc.
- Da un vistazo a la manera en que te relacionas con los demás, a tu estilo personal, a tu comunicación verbal y no verbal, todos somos diferentes y es muy válido que lo seamos, cuando lo identificamos, las relaciones con nuestros compañeros (as) son más fluidas y auténticas.
- No enciendas la llama, ¡¡¡Aporta!!!, siendo el protagonista de la solución y no del conflicto, avanza y progresa, haz equipo, no trabajes solo, convirtiéndote en una pluralidad y no en una singularidad, cuando se trata de una relación laboral siempre será mejor colaborar que competir y saldrás ganando.
- Por último, pídele ayuda al otro, esto le hará pensar que eres una persona a la cual se le puede hablar. Nunca es tarde para volver a comenzar y esa relación difícil poco a poco se tornará manejable.
¡¡Si le das la oportunidad al otro, te la estás dando a ti mismo!!